viernes, 15 de mayo de 2009

La décima guajira presente
por primera vez
en el Cubadisco




















Por Olg
a Lidia Pérez

A principios del mes de septiembre de 2008 y en una tarde-noche ya huracanada se presentó, en los portales del Ministerio de Cultura en La Habana, un álbum doble producido por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), que recogía una importante variedad de tonadas que durante años han reinado entre los poetas improvisadores cubanos. Soy la décima guajira opta hoy por premios en el Cubadisco 2009.

Nominada en las categorías de ‘Música folclórica’ y ‘Notas musicológicas’, esta producción de la EGREM tiene un valor indiscutible: no solo rescata una vertiente de nuestra cultura popular y tradicional —que si bien se extiende por todo el territorio cubano, en campos y ciudades, no siempre ha sido tratada y valorada como reclama su arraigo en nuestra identidad—, sino que también permite la preservación y difusión más acertadas de disímiles tonadas, tanto en punto cruzado como libre, que en su desuso fueron quedando como parte del recuerdo, a pesar de su riqueza melódica, su belleza y capacidad comunicativa.

Fue a partir de proyecto original —y del empuje tremendo— de Patricia Tápanes y Haydée Hernández que surgió Soy la décima guajira. Luego vendría la excelente producción musical de Sonia Pérez Cassola y Bárbaro Torres, el acompañamiento “elevado y vital” del villaclareño Quinteto Criollo y de Las Cuerdas de Güines, y la presencia indispensable de tonadistas y repentistas de Camagüey, Villa Clara, Cienfuegos, Matanzas, Pinar del Río y Provincia Habana.

Muchos no habían entrado jamás a un estudio de grabaciones, y acostumbrados a la libertad de los escenarios en las canturías, al intercambio constante con el público, al resto de la improvisación inmediata, se sentían fuera de su medio entre micrófonos, audífonos y repeticiones. Pero dieron todo lo mejor que sabían ofrecer, y no solo tal vez por amor a la décima, sino porque se supieron portadores en su canto de los cientos que la han cultivado, defendido y promovido durante años “a pesar de avatares, indiferencias y olvidos inexplicables”.

Y esa pasión, ese amor, ese respeto, emanan sin duda de los dos álbumes, y es otra de las grandes virtudes de Soy la décima guajira. Orestes Pérez, Luis Paz, Héctor Gutiérrez, Aramís Padilla, Ernestina Trimiño, Yusniel Piloto, Bárbaro García, José E. Paz, Conchita Torres, Tuto García, Juan A. Vera, Luis Quintana, Leandro Camargo, Gina García, Jorge Sosa, Héctor Peláez, Yoslay García, Jorge Sosa y José M. Silverio pusieron voz, modo y pasión para abordar temas eróticos, humorísticos, patrióticos, cotidianos…, y defender obras de cultores imprescindibles del género como Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, Premio Nacional de Literatura, Troadio “Nono” García y Manolito García, etc.

En aquella primera presentación, en el lluvioso y aciclonado septiembre, uno de los poetas presentes, el matancero Jesús “Tuto” García, sentenció: “La décima campesina/ ya no es tan de tierra adentro/ hoy que feliz al encuentro/ de las ciudades camina./ Ahora es casi más vecina/ del asfalto que del lodo/ y desde que vio sin yodo/ su herida cicatrizada/ se cansó de no ser nada/ para convertirse en todo”.

Por ello, Soy la décima guajira constituye en sí mismo un premio, tanto para los poetas, tonadistas, músicos, investigadores y estudiosos, como para la cultura nuestra, para nuestra raíz. Sus nominaciones al Cubadisco 2009 son, de hecho y también, premios merecidos, y si no alcanzara al final alguno de los galardones por los que opta, esperamos que al menos devenga estímulo para que nuevas labores de rescate se emprendan y nuevos álbumes se produzcan, que la décima cubana y nuestro patrimonio así lo demandan.


Publicación original, mediante este enlace, en Habana en línea, de Radio Ciudad de La Habana.

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