martes, 6 de noviembre de 2012



Desde Estados Unidos

Salu2 de San Francisco

Con alegría recibimos este mensaje de nuestro querido amigo y colaborador, el singular decimista estadounidense Philip Pasmanick, conocido por los visitantes de este sitio y por los de su blog Deciman. El poeta, profesor e investigador de la décima en la rumba, nos da noticias


¡Hola Pedro! Hace tiempo que no nos saludamos siquiera. Espero que hayas superado, o si no, que te hayas acomodado de alguna manera a tus problemas de salud. No es momento de claudicarse; el mundo se pone cada día más interesante. Por mi parte vivo bien, contento de haberme jubilado, voy tirando día a día, intentando ser sereno, agradecido, y productivo. Hago mis ejercicios fielmente, camino diariamente por mi bella ciudad, y canto mis rumbas (con décimas en inglés y castellano) cuando me dé lugar. El putinson raras veces me impide seguir mi vidita, y en fin, estoy feliz.

Philip en el Centro Iberoamericano de la Décima, en La Habana, en el 2007.


Estuve en Puerto Rico en octubre del 2011 para el festival “Semana del Trovador” y este verano canté por décima vez en Villanueva de Tapia (España), donde la delegación cubana (Papillo, Tomasita, Raúl, Orismay, y Ernesto) brilló como nunca. Mis hijas tomaron su lugar a mi lado en la tarima, y hasta fui homenajeado por mis generosos colegas. Cultivo una “actitud de gratitud” por estas bendiciones, y me agradó montones cuando mi hija sugirió como tema de nuestra controversia la gratitud. Empecé de esta manera, con un recuerdo escalofriante de mis años en Nicaragua:

Una vez sentí pasar
una rrrrráfaga de plomo
cuando recobré el aplomo
yo me puse a meditar,
qué tirano es el azar
qué decisivo el momento
me salvé de un fin violento
por décimas de segundo
si este susto fue profundo
me sirvió como escarmiento.

Una ráfaga invisible
hoy perfora mi cerebro
y por mucho que me quiebro
esquivarla es imposible
por eso es imprescindible
darle “Gracias a la vida”
no se sabe la medida
de nuestra propia existencia
alegremos la conciencia
con el alma agradecida.

Como es mi costumbre —por no decir manía— he colocado fotos, grabaciones, videos, décimas, y textos sobre estos dos grandes festivales de repentismo, en mi blog deciman

Si bien me entretengo menos tiempo en las controversias digitales, sigo sacando décimas a medida para fines didácticos. Ayer me dejé provocar por una estrofa que mi amigo, el estudioso aficionado de la rumba Barry Cox de Nueva York, publicó en Facebook (25-10-2012). Es una décima popular (nótese la rima asonante) que Barry está aprendiendo, dice, para cantar en la rumba:

Qué le importa al carpintero
que desbaraten su nido
si él con su pico atrevido
viene y forma otro agujero.
Y qué le importa al arriero
que le digan ¡pluma sucia!
Qué le importa a la lechuza
que le digan ¡sola vayas!,
si ella por montes y playas
alegre cantando cruza.

Al verla, como quien no quiere la cosa, sentí torcerme la cara una sonrisa malévola, y contesté con esta “Pulla para una grulla”.

Alegre cantando cruza
Barry Cox toda la Havana
como una gran ave humana
sin plumas, flaca y confusa.
Con sus graznidos abusa
el afrocubano acervo.
Al cantar su rumba observo
su ornitológico trino:
tiene ritmo de pingüino
y melodía de cuervo.

Me despido con un abrazo fraternal para ustedes, paladines de la estrofa, y no se me olvida la bienvenida que me brindaron en su seno digital y en su patria sin igual.

PLP


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