de glosas Jesús Orta Ruiz
Por segundo año consecutivo, un escritor
veinteañero merece el galardón
En representación de su familia, Alba Orta, hija de Naborí, entregó el premio a Jesús Arencibia. Al centro, Bertha María Gómez.
Foto: Zulema Colomé.
Con su obra Corta carta cursi, el poeta Jesús Arencibia Lorenzo (Pinar del Río, 1982; residente en La Habana) conquistó el premio del III concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí, convocado por la Cátedra que lleva su nombre, perteneciente a la filial número 6 de la Universidad de La Habana en su municipio natal de San Miguel del Padrón, así como el Proyecto Naborí, que integran la UNEAC sanmiguelina y otras instituciones del territorio, entre ellas la filial del Grupo Ala Décima. Es la segunda ocasión consecutiva que el lauro corresponde a un autor novel, pues en la pasada edición lo mereció el también veinteañero Leonardo Estrada, de la capital.
El jurado de la presente convocatoria, integrado por los poetas Idel Rosa Velázquez, Fidel Antonio Orta y Pedro Péglez González, otorgó además la condición de finalistas a los textos presentados por Giselle Lucía Navarro, Arassay Carralero y Giraldo Segura, de la capital; Juan Carlos García Guridi, Marlén Moreira y Damaris Romero, de Mayabeque; Caridad González Sánchez y Leonardo Albelo Valdés, de Villa Clara; Gladys Torres Marrero, de Camagüey; Luis Mariano Estrada y Miguel Mariano Piñero, de Las Tunas.
El encuentro de premiación tuvo lugar en el Museo Municipal, en la peña mensual que rinde tributo al poeta, conducida como siempre por la poetisa Bertha María Gómez, y celebró así el 30 de septiembre, aniversario 89 del nacimiento de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí (1922-2005; Premio Nacional de Literatura 1995), fecha considerada desde 1998 como Día de la décima iberoamericana.
La cita, cargada de emotividad, contó con la presencia de los más cercanos familiares del autor de Viajera peninsular: su compañera en la vida, Eloína Pérez, y los hijos de ambos: Alba María, Jesús y Fidel Antonio. En ella se rindió homenaje también al recientemente fallecido Camilo Cid, compañero de infancia del bardo y promotor incansable de su obra. En representación suya participó su sobrina, Viviana García. Otro amigo entrañable de Naborí, Orlando Laguardia, repentista de larga trayectoria que ha representado a Cuba en numerosos festivales internacionales, tomó parte del encuentro.
Fotos: Anays Almenares Ávila
El poeta laureado, Jesús Arencibia, recibió de manos de Alba María el diploma que acredita el premio, así como una pintura del también joven artista de la plástica Enrique Guisado Triay, de San Miguel del Padrón, quien ha colaborado con las tres ediciones del certamen.
Especialistas e investigadores, profesores de la Educación Superior y funcionarios de Cultura asistieron a esta tarde poética, entre ellos Adela Ramos Leal, secretaria ejecutiva nacional de la Sociedad Cultural José Martí; Patricia Tápanes, especialista del Centro de Investigaciones y Comunicación del Ministerio de Cultura; Mayra Vistel Columbié, directora de la filial universitaria municipal; Tamara Ronda, directora municipal de Cultura; Cándida Sánchez Villalobos, directora del Museo Municipal; María Eugenia Azcuy (Maruly), quien fuera ayudante personal de Naborí, actualmente profesora del Instituto Superior de Diseño, y Bárbara Hernández Tápanes, investigadora del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado; las dos últimas, integrantes del Grupo Ala Décima como Idel Rosa y Bertha María.
CON EL JOVEN POETA LAUREADO
Al habla con quien escribe estas líneas, Jesús Arencibia —antes ganador, en el 2010, del concurso nacional de glosas Canto alrededor del punto, en Las Tunas— comentó que “el encuentro fue conmovedor, por la cariñosa compañía de la familia del Indio Naborí, cuyo magisterio fue y sigue siendo una guía para mí, aunque no lo pude conocer personalmente. El anuncio del premio colmó la emoción, y sólo atiné a mirar a mi lado, a mi novia Anays, que no pudo contener las lágrimas como si fuera ella la premiada.
“Después —prosiguió el joven autor— habló Fidel Antonio y destacó el aliento naboriano de mi poema, y me dijo: ‘No por casualidad también te llamas Jesús’. Y entonces fue a mí a quien se le hizo un nudo en la garganta, al recordar a mi abuelo, por quien me pusieron ese nombre, y que era un ferviente admirador de Naborí, al igual que mi madre. Tantos fueron los sentimientos agolpados, que cuando me pidieron leer el poema no podía articular las palabras. Tuve que hacer un esfuerzo para calmarme y al fin pude leer el texto”.
EN NUESTROS ARCHIVOS:
—Resultados del I concurso de glosas Jesús Orta Ruiz 2009.
—Proyecto Naborí por la memoria del poeta.
—Sobre la Peña y el Parque Naborí, y la filial de San Miguel.
—Sexto aniversario de la filial de Ala Décima.
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