Décim
Una iniciativa de Mayra Hernández Menéndez, convertida por ella en libro, como homenaje a la emblemática intérprete María del Carmen Prieto, a quien está dedicada
MARÍA DEL CARMEN PRIETO:
SU INDUDABLE PROFESIONALIDAD
Por más de cuatro décadas, en nuestra música campesina ha estado latente (y aún está, para suerte de todos) la impronta de María del Carmen Prieto.
Decir su nombre es ya adentrarnos en lo más íntimo de este género, a veces (tan sólo a veces) subestimado por cierta zona de nuestra intelectualidad, al vincularlo con la décima (o viceversa), sin tener en cuenta que ambas (la música de nuestros campos y la estrofa nacional, según la denominara el poeta decimonónico José Fornaris) han incidido, de forma inobjetablemente directa, en el proceso de afianzar lo cubano, o sea, nuestra identidad como nación.
Nacida en Hato de Jicarita, poblado de
Junto a su entrega a la poesía, desde muy joven demostró su innata afición por la música campesina, a la que le ha dedicado todo su amor, pues para ella es como sus propias raíces.
En su ya larga trayectoria artística ha incluido en su repertorio como intérprete de tonadas y canciones piezas de significativos autores que cultivaron este género, como Eduardo Saborit, Félix B. Caignet y Radeúnda Lima, entre muchos otros. Como declamadora, ha promovido la obra de nombres como Nicolás Guillén y Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí), por sólo citar algunos.
Ella misma se ha encargado de expresar su apasionada dedicación a esta manifestación musical, al definirla como «auténtica de nuestro folclor, de nuestras raíces», y llega a compararla «con la bandera, el escudo, la palma real, la mariposa, el tocororo…». (1)
En su faceta como poetisa, ha guardado celosamente muchos textos que permanecen inéditos. Y no sólo ha escrito décimas, sino también las improvisa. Igualmente ha recurrido al romance y al verso libre, aunque no oculta su preferencia por nuestra estrofa, íntimamente ligada al punto cubano, del que ella es genuina representante. Tanto es así que en una de sus muchas creaciones poéticas escritas, en la que la ha empleado, la define, con un tono intimista, sin pretensiones lingüísticas, con todos sus atributos identitarios, mediante «la sugerencia metafórica para entregarnos su visión del objeto poético (la décima como estrofa) que, alejada ya de sus raíces españolas, se aclimató […] en nuestra Isla», y la distingue «como emblema enarbolado en las luchas por la independencia»: (2) «Décima que me trajiste / sobre las ancas del mar / pichones sin aletear / para que les diera alpiste. / Te quedaste, no te fuiste, / de mis mambisas trincheras / y entre rojas sementeras / alimentaste tu vida. / ¡Oh! blanca rosa esculpida / entre cañas y palmeras».
Si bien, por su profesionalidad —como fiel exponente de la música campesina—
Justamente, por sus altos valores,
Y como parte de ese merecido homenaje —con el apoyo de la tunera Editorial Sanlope, en particular de su directora Elayne González Urgellés—, Waldo González y quien estas líneas escribe le pedimos a la propia María del Carmen sus textos para compilarlos en un volumen que sólo podría llevar este título:
Estructurado en ocho secciones, las seis primeras reúnen una variedad temática que va desde sus antológicas décimas autobiográficas (homónimas de uno de sus seudónimos), el orgullo por su origen campesino, pasando por el amor filial, carnal y a sus «pobres amigos» (parafraseando a nuestro querido, admirado y siempre recordado Premio Nacional de Literatura 1985 Félix Pita Rodríguez), hasta llegar a su compromiso con la vida, el ser humano y la patria. En la penúltima sección el lector disfrutará de la primera controversia, celebrada en Las Tunas, entre la homenajeada y su tradicional «antagonista», la también destacada creadora Elia Rosa Borges, con la que ha compartido distintos escenarios y, sobre todo, en programas de nuestra televisión. Ambas han demostrado su desempeño en la improvisación, y sus acostumbrados «enfrentamientos» son, en verdad, muy disfrutados por todos sus seguidores.
Y ya en la última sección, «Homenaje», se «aglutinan» diversos creadores para entregarle a María del Carmen Prieto —o a
Otro agradable complemento de este volumen resulta el diseño de cubierta a cargo del experimentado pintor y diseñador Jorge Martell, quien —a petición nuestra— aceptó sumarse al jubileo de esta artista-poetisa-improvisadora que se ha ganado el cariño, el respeto y la admiración de todos los que hemos sabido (y sabemos) valorar, en toda su amplitud y relevancia, la indudable profesionalidad del arte de María del Carmen Prieto.
MAYRA HERNÁNDEZ MENÉNDEZ
En Ciudad de
NOTAS:
1.- Maritza Vega: «
2.- En mi libro Hombres necios que acusáis… Estudio sobre el discurso femenino en la décima en Cuba (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2001, p. 244), en el que le dedico un capitulillo a María del Carmen Prieto (pp.243-244).
3.- Este seudónimo surgió en una de sus presentaciones en el programa televisivo Palmas y Cañas, en la voz de la entonces conductora de ese espacio campesino, Marialina Grau, aunque ella misma ha confesado que el otro (
4.- Este volumen se publicó en el
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