Valoración crítica del VII encuentro territorial de peñas de la décima y la celebración del XIV aniversario de la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé, de Las Tunas
Por Modesto Caballero Ramos
Vicepresidente del Grupo Ala Décima
Donde la tradición hermana pueblos, bajo este eslogan, del 19 al 21 de diciembre de 2007 se celebró en la provincia de Las Tunas el 7mo. Encuentro Territorial de Peñas de
Esta institución cultural viene desarrollando una abarcadora actividad, abarcadora y creciente, alejada del centro magnetizador de todas las manifestaciones artísticas como los son las capitales de los países, donde se concentran las principales fuerzas rectoras de aquellas; y fundamentalmente cuando existe otra institución como el CIDVI, que como lo sentencia su propio nombre: Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, le corresponde institucionalmente la actividad rectora principal, a la cual se subordina.
Es por ello que cobra mayor importancia cuanto se hace allí, porque no le viene desde las directrices, que como sistemas organizativos, determinan el rol que a cada cual le corresponde, sino, de algo más sustancioso: de las raíces y la fuerza de la tradición. Y Las Tunas, cuna del más grande exponente, de lo que, según versiones no documentadas, el poeta José Fornaris en el Siglo XIX calificó como
No me detendré a analizar si es o no la décima un arte menor, ni la valía o no del criterio de quienes, por la misma razón, la desdeñan, a ella y la propia música campesina, provocando resentimientos que solamente dañan esa porción tan importante de nuestra más genuina cultura nacional, porque sería darle beligerancia a adversarios que desde sospechosas posiciones “culturosas” buscan un protagonismo en la vida literaria, muestra de sus propias limitaciones intelectuales. Prefiero ahondar en lo que allí se expuso, se analizó y se propuso en aras de buscarles soluciones a lo que a nuestro entender todavía obstaculiza y hace retroceder el desarrollo más integral de los componentes que integran nuestro universo.
La especialista del CIDVI, licenciada Bárbara Hernández Tápanes, se refirió al funcionamiento de las peñas de la décima en la capital y de los talleres infantiles de repentismo en las dos Habanas. Preocupante es, tanto el número de ellas, como los participantes. No pasan de ocho y lo peor, que los poetas y músicos van de una a otra, lo que se convierte más bien en peñas zonales que se trasladan de lugar. Otra negatividad es que tanto los artistas como el público son, en su gran mayoría, para no ser absoluto, personas de avanzada edad. La juventud no tiene una participación influyente y eso determinará, en poco tiempo, la lógica desaparición de este movimiento, que años antes era fuerte. Tampoco se avizora el relevo. Es contradictorio que en el territorio donde nació la feliz idea de crear
No es poco común escuchar los lamentos, perdón por el término, de muchos amantes del género, cuando se refieren a que proliferan otras manifestaciones, principalmente en el campo de la música, que no poseen un patrimonio nacional, importadas de otras sociedades con realidades muy diferentes a las nuestras, brotadas casi todas como expresiones populares de protesta contra intereses oligárquicos, mezquinos y enajenantes contra sus propios pueblos, y aquí tienen resonancias, llevados, quisiera decir en su totalidad, aunque dejaré un margen para la salvación de algún ingenuo, si lo hubiere, por la onda de la moda.
Alerto al respecto, que, anonadados por esos estridentes estallidos, la inmovilidad creadora para contraatacar con eficacia e imponer lo que amamos y que por tradición nos pertenece, no nos deja ver nuestra propia incapacidad. Porque allí, en el evento teórico, se escuchó que por ejemplo, no hay un solo video clip de música campesina en los premios Lucas. Y no es mentira. Cada vez más el arte se vuelve competitivo en un mundo, expresión trillada, zona común, a decir de los críticos literarios, globalizado. Así ha de ser, no vivimos en una burbuja ingrávida; pero tampoco, hasta donde conozco, hay una política de exclusión para esta manifestación, en ese evento ni en ningún otro. Somos los cultores del género los que no sabemos imponernos. Lo dije allí. A lo largo del país, tengo la certeza de que hay más de un videoasta que si se le propusiera un proyecto de calidad, estaría de acuerdo en enfrentarlo.
Pero estas son las insatisfacciones. Como se diría en filosofía, el efecto. La causa tiene otras aristas en las que sí tienen un peso determinante los organismos estatales responsabilizados con la consecución de la política cultural del país. Que no existan laúdes, por ejemplo, ¿de quién depende? Y si no existe ese instrumento tampoco puede existir una escuela de formadores de laudistas. Es inimaginable en una agrupación musical dedicada a la música campesina, incluyendo e incluyo al repentismo, la ausencia del laúd. Hay provincias donde no hay uno solo de ellos, digamos, por ejemplo, en Las Tunas, el grupo Cucalambé, líder de esta manifestación en
El Instituto de
Pero tampoco todo es causa de los organismos rectores. Las propias autoridades provinciales y municipales obstaculizan en algunos casos, en sus propios territorios, la difusión y participación de sus talentos en las actividades festivas que organizan, porque se gastan miles, y no pocos, del presupuesto, en contratar reconocidas agrupaciones y se niegan a pagarles unos pocos cientos de pesos a poetas y grupos musicales, talentos de sus propias localidades, aduciendo que, precisamente, no les alcanza el presupuesto. Eso es, en todos los aspectos, legal y moral, injustificado. Más doloroso es todavía ver como en muchos lugares, la música campesina ha desaparecido de los programas en las fiestas populares como los carnavales. ¿Quién lo puede entender? ¿Quién le pondrá fin a tales prácticas? Por supuesto que es entendible las quejas de los que sufren estas exclusiones.
Por razones de aquello que Martí dijo de que honrar honra, hay municipios e instituciones que sí apoyan a sus instituciones culturales. En Ciudad de
Gabriel Llanes, destacadísimo poeta camagüeyano, expuso sus interesantes criterios, críticos y autocríticos, sobre los temas debatidos y llamó a incrementar el trabajo en cada territorio donde hubiera un poeta. A la par que enumeró las dificultades existentes, llamó a perfeccionar el trabajo en los talleres de repentismo infantil. Se lamentó de que hay profesores que les escriben a sus alumnos las décimas para que las canten en las actividades a que son invitados y eso no ayuda a los infantes. Compartió sus experiencias en los dos talleres que dirige en su natal Sibanicú, donde además tiene su propia peña de la décima. Al niño hay que enseñarlo desde el principio a que debe ser el propio autor de sus espinelas, obligarlo al arte creador. Si quiere ser poeta, lo debe demostrar y solamente asistirán a las canturías quienes sean capaces de demostrarlo, el resto es un engaño y malformación, que solamente servirá para que cuando el niño crezca, sea un fracasado.
Bárbara Hernández retomó la palabra, no para rebatir a Llanes, sino para aclarar que la esencia de estos talleres es el de ayudar a los niños a aprender no solamente a improvisar la décima, pues no todos tienen esa posibilidad, sino también a escribirla o cantarla como tonadistas. A estos últimos se les recomienda que canten décimas de importantes poetas. Además, en última instancia, sensibilizarlos ante este fenómeno de nuestra cultura como futuros seguidores, aunque fuera como simples espectadores o receptores de la manifestación.
Estos planteamientos encontraron ecos de apoyo en los demás participantes. Argel Fernández, un destacado poeta y experimentado profesor de talleres infantiles, especialista de
Nelson Lima, Héctor Peláez, Jorge Luis Hernández, Pondillo, y el propio Llanes, todos de Camaguey, junto al avileño Mitchel Ruiz y los tuneros liderados por Dimitri Tamayo, Noel Zayas y Ricardo Hernández Rojas, El Bambulí y Asber Díaz, tuvieron a cargo las diversas canturías que durante los días del 19 al 21 se desarrollaron tanto en el recital que mensualmente se desarrolla en la Casa, bajo el nombre de Café converso, como en la villa de alojamiento y conferencias, la base de campismo popular Cerro de Caisimú,
Se contó además con la presencia de la destacada tonadista matancera radicada desde 1980 en la provincia de Granma, Mercedes Isla, quien deleitó con su cristalina voz y el dominio del escenario a todos los públicos participantes.
Esta peña fue dirigida por Argel Fernández y conducida por Yeline Zamora y Bárbara Hernández, incorporándose posteriormente Míriam Peña con su encanto personal, donde también los escritores, la propia Míriam, Odalys Leyva, Ramón Acosta, holguinero, leímos algunos textos.
No puedo decir que faltara cobertura televisiva y radial al evento, porque sí la hubo. El programa Como un sorbo de café se dedicó al evento, donde cantaron los poetas, leí una décima dedicada a
Para el aniversario 15 de
Felicitamos a los tuneros por la cordial acogida que en la tierra del Mayor General Vicente García hicieron a todos los invitados, y en especial a los anfitriones y a los trabajadores de la base de Campismo Cerro de Caisimú, que tan generosamente nos trataron.
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