Finalizó con numerosos encuentros
El Día de la
Cultura Nacional Cubana, se celebra cada 20 de octubre, considerándose un
suceso que marca categóricamente el nacimiento de una nación rebelde y de su
identidad.
La fecha fue
instaurada en evocación de uno de los sucesos más distinguidos que atesora
nuestra historia: la entonación por vez primera del himno nacional cubano, La
Bayamesa, como la llamó el pueblo en el momento en que tropas mambisas
dirigidas por Carlos Manuel de Céspedes liberaron a la ciudad de Bayamo.
Perucho Figueredo fue el autor de esos apasionados versos, escribió la letra
sobre la montura de su caballo.
Los festejos
toman prácticamente el mes de octubre en su totalidad. La Jornada de la Cultura
Cubana en Las Tunas, tuvo el impulso de los miembros de la Filial de escritores
de la Uneac, fueron múltiples las actividades y acciones organizadas, dentro de
ellas un recital poético a cargo de Marina Lourdes Jacobo, en la Fundación Nicolás
Guillén y un taller de reflexión por Lucy Araujo, la actividad Sementera en el
municipio Calixto García fue realizada por José Alberto Velásquez, El Café de
Artistas que se efectúa en el patio de la Uneac, lo conduce Lesbia de la Fe y
fue dedicado al poeta Adalberto Echavarría, así como un recital de poesía por
el mismo autor en La Casa del Soneto en Omaja; resultaron significativas varias
lecturas de otros autores en centros de trabajo e instituciones culturales;
participaron además Carlos Esquivel Guerra, Xiomara Maura Rodríguez, Víctor
Marrero, Ana Rosa Díaz, Maritza Batista, Andrés Casanova, Lucy Maestre, Junior
Fernández; Juan José Rodríguez y Odalys Leyva entre otros.
Fue notable
el panel teórico: Figuras relevantes de la literatura tunera, a cargo de los
escritores María Liliana Celorrio, Antonio Gutiérrez y Carlos Tamayo Rodríguez.
Los tres
hicieron un acercamiento a la literatura tunera desde sus orígenes, Carlos
Tamayo mostró documentos originales que poseía sobre poetas del siglo XIX,
partidas de nacimiento, fotos de alto valor histórico y mostró a los presentes
el camino por donde se fue acercando desde su juventud a los archivos
históricos y bibliotecas, resaltó además el poeta e investigador, presidente de
la Uneac, albacea de documentos que fueron entregados por los familiares de
figuras ilustres de Las Tunas.
Antonio
Gutierrez de igual manera partió de un estudio desde el siglo XIX hasta la
actualidad, haciendo referencia incluso a poetisas que fueron quizá el origen
de la poesía escrita por mujeres en Las Tunas, su presentación tuvo una base
sólida sobre la literatura nuestra, tema que ha abordado en diversos libros.
La alocución
de María Liliana Celorrio estuvo dirigida a la narrativa y específicamente a
los investigadores y estudiosos que han publicado textos de ensayos y crónicas
en Las Tunas o dirigidas a Las Tunas, con un respaldo de ejemplos que resultó
ameno a los presentes, ofreció datos desde una manera formidable, expresó al
comenzar:
Las Tunas es
una tierra con tradición literaria, muchas imprentas, fundaciones de revistas,
periódicos, semanarios como El Hormigo, El Eco de Tunas, El Novel, El Vocalista,
Vegas y bromas, La Estrella, El Faro, La Alborada, entre otros. Quiero
puntualizar como una curiosidad y una cosa maravillosa que tiene esta
provincia, es que tenemos el privilegio de que el director de la revista
Chaparra Agrícola fuera nada más y nada menos que Mario Calvino, padre del
novelista Italo Calvino, que pasó tiempo de su infancia en su casa de madera en
San Manuel, donde logramos colocar una tarja para preservarla de huracanes y
desidia. Es decir que con nosotros vivió Mario Calvino y su hijo pasó tiempo y
quién sabe si esa infancia de Italo tiene estas cosas de Las Tunas, de esa
localidad de San Manuel y de Chaparra, tierra donde los deportistas escriben
libros, porque por ejemplo me encontré un libro de Lázaro Bruzón, que escribió Cuarenta
partidas memorables, muy bien escrito y donde los héroes escriben teatro,
poesía, testimonios extraordinarios y cuentos como Efigenio Ameijeiras, maestro
en la creación de personajes en situaciones límites (....) (Celorrio 2017).
Luego
puntualizó sobre narradores e investigadores con libros publicados en esos
géneros en Las Tunas.
De manera que
en el Día de la Cultura, la literatura no pasó por alto momentos importantes de
esta, y se dirigió las comunidades, teniendo claro que la cultura no existe
solamente como elemento de la naturaleza humana, es fuente de valores, normas y
conductas. No solamente se concibe como una creación artística y literaria,
sino como todo lo que tiene que ver con el hombre y su sensibilidad; es también
una de las formas en las que se enuncia el progreso y desarrollo social, la
interacción con el otro.
En el desarrollo cultural se manifiesta la
multiplicidad y colectividad, la cultura se puede estimular, avivar, impulsar.
La creatividad debe de ser libre en su gravidez para que surja sin
restricciones, para que irrumpa en toda su capacidad creadora, con autenticidad
como expresión original.
En el libro El Caribe en su discurso literario, de
Margarita Mateo Palmer y Luis Álvarez Álvarez, se trata la dinámica de las
socializaciones.
La cultura,
al garantizar la socialización general (o, al menos, sociogrupal) de series
sígnicas, permite a cada individuo perteneciente a esta (o capacitado para
desenvolverse en ella, aunque no sea la propia) el prever el comportamiento de
otros individuos, lo cual significa que se puede no solo comprender sino
pronosticar ciertas reacciones (sobre todo a nivel comunicativo) de otros seres
humanos en el ámbito de la intercomunicación social. Asimismo, la cultura tiene
un fuerte componente axiológico, y consolidada y codifica “lo que está
socialmente bien” en un tiempo y espacio dados, y lo diferencia de “lo que está
socialmente mal”, que, por lo demás, resulta consolidado y codificado. Por
supuesto que el lenguaje, como han coincidido todos los lingüistas y
culturólogos, es uno de los primeros resultados de la formación de una cultura,
pues esta se estructura, afianza y desarrolla en la medida en que dispone de un
lenguaje como vehículo de interpretación cultural. […] . (Mateo y Álvarez;
2005: 21)
Por ello los
escritores tuneros leyeron sus textos en diversos sitios y de esa manera la
palabra, la belleza, el canto que enaltece, tocó la sensibilidad de los amantes
del arte, se unieron a músicos y pintores para realizar una Jornada de la
Cultura memorable, un homenaje a todos los que a través del tiempo han ofrecido
su lucidez en la música, la danza, el teatro, el ballet, el cine, la pintura, y
la literatura, pues los cubanos somos seres humildes con notable
apasionamiento. Seres culturales que cuidan ese patrimonio que ha pasado a través
del tiempo hasta construir una historia, una cultura que ovaciona.
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