viernes, 15 de abril de 2011


Aniversario 50
de una gesta


Decimar
Playa Girón


Por
Carlos Chacón Zaldívar
Cátedra de Estudios
sobre la Décima
Jesús
Orta Ruiz
Univers
idad de Matanzas

Imagen: Pintura de Adigio Benítez


Muc
hos estudiosos y cultivadores de la décima en Cuba, han manifestado que la estrofa ha sido expresión del andar histórico de lo cubano, primero en la imagen sonora de la naturaleza que invade las espinelas del siglo XIX, ahí están los octosílabos de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, mas luego será el guateque poblado de canturías y controversias para dibujar lo cotidiano, hasta llegar a las amorosas crónicas de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí que guardan en la memoria el acontecer y la huella de los primeros instantes de la Revolución triunfante, tal insistencia se aprecia en el quehacer lírico de numerosos cantores como se evidencia en el aporte poético de los mejores exponentes de la familia García en tierras matanceras.

Ahora que miramos aquellos días de abril de 1961, lejanos en el tiempo pero muy cercanos en el corazón y los recuerdos, verificamos que en las trincheras de Playa Girón estuvo también la décima poniendo resistencia al invasor, para salir victoriosa en su primera controversia contra la reacción y el imperialismo.

Gracias al Museo Municipal Limonar, que nos abrió sus archivos, hemos vuelto a leer unas décimas cuyo autor tituló 72 horas de muerte, pero escritas para la vida. Más allá del lenguaje directo con que fueron compuestas, ellas se convierten en documento e impresión profunda de tan significativa gesta para el pueblo cubano.

Israel M. Moliner describe desde las páginas de Museo (marzo-mayo 1961) la presencia del glorioso Batallón 227, el segundo en entrar a la Ciénaga de Zapata el 17 de abril, y el último en salir de allí, cuya actuación en el cerco entre Playa Girón y Lechal fue eficaz y decisiva.

Ahora, a 50 años de haber sido escritas, las devolvemos a la luz, siempre la luz sacudiendo la página en blanco, siempre la poesía al lado de los humildes, en estos octosílabos del joven combatiente de aquellas jornadas Reinier García Peña, hoy destacado miembro de la Asociación de Combatientes, quien sigue adelante con la pluma y el fusil a sabiendas de que la lucha por la vida es larga, pero llena de triunfos y sorpresas.



72 HORAS DE MUERTE


Por Playa Girón llegaron
y ya tomada la playa
dio comienzo a la batalla
que tantas vidas costaron.
Compañeros que lucharon
combatiendo el mismo mal
compañeros que al final
de su lucha, en su agonía
mostraban su rebeldía
contra el gringo criminal.


Rebeldes y milicianos
uniendo la misma suerte
allí encontraron la muerte
allí fueron más cubanos…
niños, jóvenes y ancianos
en la avanzada caían
y mientras ellos morían
por las bazukas heridos
comenzaban los gemidos,
ayes de dolor se oían.


Pero aquellos mismos muertos
aquella sangrante herida
nos dio valor, nos dio vida
como si estaran despiertos,
de patriotismo cubiertos
avanzamos sin sosiego
avanzamos bajo el fuego
de tanques y cañones
de los morteros y aviones
que tantos tumbamos luego.


Al fin triunfó la razón
derrotamos la injusticia
al fin triunfó la justicia
triunfó la Revolución,
derrotamos la opresión
que entre la costa latía
y si osan algún día
nuestra tierra invadir
los Andes podrán oír
nuestro pueblo en rebeldía.


Cuba será escenario
el mundo será testigo
todos verán el castigo
que merece un mercenario.
El contrarrevolucionario
castigo también tendrá
Cuba al mundo le dará
un ejemplo tan rotundo
que será faro del mundo
guía del mundo será.


Criminales mal nacidos
asesinos sin conciencia
producto de la impotencia
brutal de Estados Unidos.
Aquí hallaron sorprendidos
un pueblo frente al traidor
aquí hallaron el valor
que no hallaron en los otros
La Patria es para nosotros
Muerte para el invasor”.


Reinier García Peña
(Juan G. Gómez, 1940)




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