martes, 17 de marzo de 2009



Donde dice
primavera
y es poesía

Palabras de presentación del poemario
Donde dice primavera y es otoño,
en la XVIII Feria Internacional del Libro.
Bayamo, Granma, 8 de marzo 2009



Por Ale
xander Besú

“Prueba de que la poesía no cree en la teoría de las generaciones, Péglez instauró su quehacer en los noventa y es hoy, uno de los decimistas más importantes del país. Sus décimas emancipan al discurso de los estereotipos octosilábicos, y crean una fricción léxica dentro de los márgenes mismos del verso. Se disfrutará cómo vence las dificultades a que se somete, sin menoscabar jamás la profundidad y veracidad psicológica de su mensaje. Su aventura estética es una de las más singulares, pues en un escenario dominado por un desarticulado versolibrismo o la escritura de textos sin razón sonora, Péglez abre la décima por dentro para henchirla de una música y un sentido nuevos”. Con estas palabras, que aparecen en la contraportada de este libro, comenzaré mi breve presentación de este título que remeda una errata editorial: Donde dice primavera y es otoño, del poeta, periodista, crítico literario e historietista habanero Pedro Péglez González. Libro que vio la luz por vez primera en el año 2007, y que ahora es reeditado por Letras Cubanas en su nueva colección La Puerta de Papel.

Donde dice primavera y es otoño es un libro rítmico y encantador. Rítmico por la insondable musicalidad que de él emana al seleccionar la décima como forma estrófica, lo que ahonda las posibilidades expresivas del cuaderno. Encanta por el tono coloquial y ontológico de su discurso, la amplitud polisémica de la palabra, el trasiego de tropos y alegorías, y la mixtura temática lograda con la fusión del mito y las inquietudes filosófico-existenciales del autor. He aquí otro decimario de Péglez, iluminado por sus innatas esencias comunicativas y la intermitente manifestación de la poesía.

Como de un hontanar sonoro brotan inagotables y sucesivas imágenes saturadas de recursos lingüísticos y giros tropológicos que apresan, que sujetan las miradas de los lectores más exigentes. El autor metaforiza a diestra y a siniestra, revitaliza discursos precedentes insuflándole sus propios códigos, y establece numerosos vínculos entre su mensaje y la cultura universal. Posturas admirativas del sujeto lírico ante obras célebres de las artes y la literatura del orbe devenidas patrimonio de la humanidad; como, por ejemplo, las alusiones a la cultura egipcia o a la otomana, a través de las cuales podemos sentir en nuestro espíritu el calor milenario de la arena desértica del Valle de los Reyes o el cadencioso rezo del Corán desde los altos minaretes de Constantinopla, respectivamente. Todo esto desde una arenga lírica original reforzada con los necesarios ornamentos de las relaciones transtextuales.

En Donde dice primavera… encontraremos un amplio y oscilante espectro temático-afectivo que descubre un borbotón de meditaciones seculares, que han sido estímulos motivacionales en el ser humano desde su presencia primigenia en esta galaxia nuestra.

A todo cuanto hemos dicho de este libro, súmesele además las osadas sonoridades, las transgresiones ideoestéticas con respecto a obras y autores precedentes; la superación de la saga del siboneísmo y el neopopularismo, (al decir de Ronel), en el sagrado santoral de nuestra literatura, y la asunción de las runas contemporáneas de la poesía cubana insertadas de manera magistral en la estrofa patria. Ah, y por supuesto, la demoledora maestría de Péglez de los elementos técnicos de la décima que lo colocan a la vanguardia de los cultores de este género en el mundo hispanohablante.

Gracias a este incansable creador, por conducirnos una vez más directamente al renglón Donde dice primavera… y es poesía.



Feria Internacional del Libro
Bayamo, 8 de marzo de 2009.

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