Conferencia pronunciada en la tertulia
La décima es un árbol, en Santa Clara,
en el mes de octubre del 2008
En su (nuestro) blog Cuba Ala Décima, el poeta y periodista Pedro Péglez comenta que en
De la misma forma en que se navega por la red, no seguiré un orden ni una metodología prediseñada para aproximarme a esos sitios, simplemente iré mencionando lo que mi gusto e interés personales determinen a cada click del mouse.
Amparados en la interactividad que facilita la gran «telaraña», los poetas decimistas de América Latina –antes lejanos y silenciosos– estamos conociéndonos y convirtiéndonos, a ritmo vertiginoso, en una comunidad solidaria, defensora de nuestro patrimonio, que se impone sobre la mezquindad y el individualismo de poetas que se aíslan en «torres de marfil». A través del cordón umbilical de la décima –por algunos menospreciada y encasillada desdeñosamente en el concepto de poesía menor– también se alimentan, integrándose, nuestros pueblos. Lo anteriormente expresado se demuestra fácilmente: a Bárbara Calderón (chilena) le dedica décimas Walter González (guatemalteco); en Guatemala se inspira Modesto Caballero (cubano), quien, además, impartió un taller sobre la estrofa en ese país y contribuyó al surgimiento de su movimiento decimístico:
¿No ven ustedes, veedores
el contraste del paisaje?
¿Qué ven, habrá otro paraje
con similares verdores?
No lo sé, tal vez mejores
hallaréis, todo es posible.
Sin embargo, lo imposible
es que pudiérais hallar
en algún otro lugar
un paisaje tan sensible. (2)
Un panameño, Edy Omar Ruiz, le brinda décimas a Cuba, y hasta rinde homenaje a nuestro Leoncio Yanes; José Samuel Aguilera, mexicano y David Alarco Hinostroza, de Perú, entre otros, le cantan en décimas a Fidel; una maestra jubilada de Santiago de Cuba intercambia décimas con Bárbara Calderón... También se hacen controversias individuales y colectivas en el blog de Cuba Ala Décima, así como en el foro de discusión «Décimas y decimistas», de nuestro periódico provincial Vanguardia. Es importante el «Diálogo poético entre decimistas latinoamericanos», que comenzó entre Edy Omar Ruiz (de Panamá) y Ramón Espino Valdés (poeta y músico, n. en Las Tunas), y al que se han sumado otros como: Pepe Mejía (Perú), Ramón Cervantes Durán (México), Carlos Tellez Espino (Cuba), Francisco Henríquez (Cuba-EEUU), Lourdes Aguirre (México), Ulises Trejo (México), Carlos Adolfo Rosario (México), José Regato Cordero (Ecuador), David Alarco (Perú), Lorenzo Suárez Crespo (Cuba), Fidel Alcántara (Perú), René Beltrán Mendoza (México), Bárbara Calderón (Chile), Ana Zarina (México), Frank Upierre (Cuba) y Dimitri Tamayo (Cuba).
Por su parte, André Cruchaga, poeta salvadoreño, en su blog Álbum Nocturno, publicó «El gran vidrio: último discurso de Zaratustra», décimas endecasílabas del holguinero José Luis Serrano. (3)
Interesante es el sitio «Cueca chilena» (4). Aquí Pedro Yáñez informa que en todo el sur del continente se les llama payadores (5) a los cultores del verso improvisado; explica qué es la décima, cita ejemplo, y después dice que un poeta puede escribir una décima en 5 minutos, mientras que un payador la hace en 50 segundos, así como que un payador profesional la sabe improvisar en 30 segundos. Quiero, por su valor, transcribir textualmente lo que expone finalmente:
La esencia del arte de payadores está en la controversia, allí es cuando se enfrentan dos visiones, dos criterios, dos creadores improvisando décimas, cada cual con su guitarra, puesto que esta poesía se canta. En Chile se acompañan los versos con guitarra o guitarrón. No existen los payadores que no sepan crear las décimas, aunque sí, se les llama de ese modo a unos rimadores burdos que aparecieron en televisión fruto de la política «cultural» de la dictadura. Se dice que no hacen décimas y que hacen verso libre... al fin lo que hacen son versos deformes y en su contenido no hay poesía. El verdadero canto del payador inspira respeto, es reflejo de las vivencias y de los aconteceres, contiene la alegría de toda creación y cultiva los valores de la comunidad. A partir de la década del 80 comienzan a participar payadores chilenos en los encuentros internacionales y ya existe una red de amistad, poesía y canto que ha de ser una instancia más de integración latinoamericana.
En el mencionado sitio aparece un sinnúmero de décimas populares, cuyo pie forzado es «En la fuente del amor», firmadas con seudónimo –por tratarse de un foro de discusión– principalmente por alguien que se hace llamar «El Viejo Trovador»:
Siempre llevo mis lebreles / cuando voy de cacería
Siempre llevo mis lebreles
cuando voy de cacería,
con mi verso y canturía
suavizo dolores crueles.
Soy el infiel entre infieles
pero soy hombre de honor,
cuando castiga el dolor
a tantas bellas mujeres,
les alivio sus deberes
EN
TENGO YO DEL «UNO AL NUEVE»
Nombre: EDUARDO 13 Mayo 2003
Tengo yo del "uno al nueve"
es decir que soy "sin cero"
con mi guitarra cuequero
como bailarin descueve (6),
es la razón que me mueve
a difundir mi folklor,
yo amo mi tricolor
solo ansiaba una cosa,
una china buenamoza
en la fuente del amor.
El blog Guatemala en décima, creado por Roberto Cifuentes Escobar, periodista y licenciado en Ciencias de
Este del cabello cano,
como la piel del armiño,
juntó su candor de niño
con su experiencia de anciano;
cuando se tiene en la mano
un libro de tal varón,
abeja es cada expresión
que, volando del papel,
deja en los labios la miel
y pica en el corazón.
Finalmente, me detendré en una muestra de la décima de Chile, país que selecciono, tanto por ser la patria de dos premios Nobel de Literatura –Gabriela Mistral y Pablo Neruda– y de esa excepcional trovadora-decimista que fue Violeta Parra, como también porque allí radica el blog colectivo «La décima tiene nombre de mujer», en el que participa la poeta (o poetisa, como se prefiera) Bárbara Calderón –gran amiga de Cuba que nos visitó en agosto– junto a dieciséis, o tal vez más, mujeres. Tomaré fragmentos del poema en siete décimas «La que soy II», de Bárbara Calderón –¿será descendiente del autor de La vida es sueño?– para demostrar cómo hay en su décima un impulso que, apoyado principalmente en la anáfora «soy» y en el empleo constante de la antítesis (9) y la paradoja (10), sin dejar de lado –naturalmente– a la metáfora, va creciendo a medida que adiciona versos y estrofas. Ej:
Soy la mudez, soy el trino,
soy la que vibra en la sombra,
soy la palabra que nombra
coordenadas de un camino.
En esta redondilla, el sujeto lírico revela contradicciones personales, mediante las antítesis mudez-trino y mudez-palabra, en tanto el elemento anafórico «soy», reafirma la metáfora «la que vibra en la sombra» y «la palabra que nombra coordenadas de un camino». En otro momento se vale de la unidad anáfora- paradoja, configurada sobre una adjetivación que, sin dejar de ser común, no molesta ni pierde su encanto poético:
Soy una dulce amargura,
soy una ácida miel,
soy almibarada hiel,
soy una amarga dulzura.
Soy una tierna bravura,
soy una ternura impía,
soy la triste algarabía,
soy la alegría infeliz,
sin costra soy cicatriz,
soy dócil en la porfía.
El efecto sonoro de las vibrantes, como: «trino», «vibra», «sombra», «palabra», «costra», «cicatriz»... lejos de parecer cacofónico, se constituye aquí en una –denominada así por la preceptiva tradicional– «armonía de los movimientos espirituales», que acentúa la fuerza de las imágenes y, en general, eleva el tono del poema. Éste culmina con una décima de incuestionable contemporaneidad; en ella se unen a la tradicional anáfora, ya mencionada, recursos más actuales, como el encabalgamiento extendido a seis versos y las metáforas visionarias, para alcanzar, más allá de la enunciación individualizada, una poderosa imagen simbólica de género:
Soy por último la niña
que vuelve de la memoria,
soy la que busca en la escoria
de su pasado la viña
que con sus tintes le tiña
los labios si ha de beber
los mostos de algún placer
perseguido y postergado,
soy la que nunca ha olvidado
su dignidad de mujer.
Por la importancia de conocer la naturaleza de nuestro objeto de estudio en el presente –y en alternancia con el conocimiento de los clásicos– en próximas tertulias presentaré más ejemplos de cómo Latinoamérica continúa enviando sus décimas al ciberespacio, y de cómo se abrazan virtualmente sus poetas, en una hermosa forma de integración cultural, frente a las vanidades globalizadoras que niegan la identidad de los pueblos. En cada país de nuestra región, la décima asume características particulares, cada poeta tiene su estilo personal, pero ella –cualesquiera que sean sus formas– sigue siendo la misma que trajeron, en carabelas y galeones, nuestros antepasados.
NOTAS:
1.- “Intercambian versos en la red poetisas de Chile y Cuba”. Ala Décima. 10 enero 2008.
http://peglez.blogspot.com/2008/01/intercambian-versos-en-la-red-poetisas.html
2.- «De Modesto Caballero para Guatemala». Guatemala en décimas. Viernes 25 de julio de 2008. http://guatemala-en-décima.blogspot.com
3.- SERRANO, JOSÉ LUIS. «El gran vidrio: último discurso de Zaratustra». Álbum nocturno. Sábado 4 oct. 2008. http://albumnocturno.blogspot.com/2008/10/el-gran-vidrioel-ltimo-discurso-de.html
4.- http://www.cuecachilena.cl/decimas.html
5.- El ejemplo clásico del payador y de la payada, es Martín Fierro, poema del argentino José Hernández.
6.- Según el Diccionario de
7.- “
8.- Ramón de Campoamor (1817-1901) poeta español nacido en Navia, Asturias.
9.- ANTÍTESIS: es una asociación por contraste, que se corresponde en el lenguaje con las palabras antónimas.
10.- PARADOJA: expresa ideas contrarias en un solo pensamiento que adquiere un significado convencional; por ej: los ricos pobres.
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