domingo, 2 de septiembre de 2018

José Luis, al recibir el Premio Guillén


“Estamos más necesitados
de poesía que nunca”

Palabras del poeta holguinero José Luis Serrano Serrano (1971) al serle entregado el Premio de Poesía Nicolás Guillén en febrero de este año, durante la Feria del Libro de La Habana.


Queridos amigos, recibir en esta tarde el Premio Nicolás Guillén 2018 tiene para mí una doble significación. Por un lado, me honra en lo personal haber obtenido un lauro tan apreciado en nuestro campo literario. Desde otra perspectiva me alegra mucho que por fin un libro articulado según las rigurosas leyes del soneto haya llamado la atención entre una abrumadora cantidad de obras concebidas dentro del verso libre o la prosa poética. Esta victoria del soneto es un hecho plural. No estaría aquí si no existiera todo un movimiento de poetas que mediante las estructuras clásicas elaboran sus polifónicos discursos.

Nicolás Guillén es un poeta mayor, qué duda cabe, sin embargo, sus extraordinarias exploraciones en los rizomas negros de nuestra identidad hacen que muchas veces se olvide que Nicolás es también un poeta de honda raíz clásica. Sus octosílabos y endecasílabos pueden situarse entre las realizaciones más acabadas de nuestra tradición lírica. Haber triunfado en un certamen que lleva el nombre de uno de sus principales maestros es otra razón para que este humilde discípulo se sienta agradecido.

Corren malos tiempos para la poesía. Algunos hablan de desaparición de la realidad. Otros dicen que vivimos en una época donde lo verdadero es un momento de lo falso. Lo cierto es que las pantallas nos alejan cada vez más de los libros. Vivimos en el vértigo de las imágenes.

¿Para qué poetas en estos tiempos de miseria?, se preguntaba Hölderlin en el siglo XIX. ¿Para qué poetas en un siglo XXI donde unos demonios barbados no se cansan de agitar el cuchillo, invocar a Dios, y tranquilamente cercenar el cuello de seres humanos como si de bestias se tratara?

Creo que nos corresponde a los poetas desmagnetizar el lenguaje. Hay que apretarle los pernos al poema. No es una escritura que refleje la realidad lo que necesitamos. La realidad está bastante jodida para que la repliquemos a mansalva en nuestros opúsculos. Lo que nos hace falta es un tipo de poesía que nos revele las posibilidades ocultas de la palabra. Debemos reencontrar el sentido oculto de las palabras de la tribu.

Creo que estamos más necesitados de poesía que nunca. La civilización occidental ha llegado a un punto de no retorno donde solo nos quedan dos alternativas por delante: O seguimos caminando por la tierra conocida del descalabro y la violencia o nos lanzamos de una vez y por todas al abismo sin fondo de la poesía.

Muchas gracias.


Versión original:


Entre sus numerosos lauros, el autor mereció el Premio Iberoamericano Cucalambé 2001 con su decimario Examen de fe.






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