“Siempre me
salvan
las pequeñas cosas”
Entrevista
con el reconocido poeta, narrador y periodista Reinaldo
Cedeño Pineda
Foto: Rubén
Aja. Tomado de Trabajadores
Para muchos
es un periodista que escribe poemas, para otros es un poeta renacido del
periodismo. Sin embargo, se considera a
sí mismo un contador de historias, un descubridor de vidas ajenas… que dejan de
serlo cuando las hace suyas y las convierte en letras.
Medio
centenar de premios y una decena de libros hablan de ello. Emergen
entonces una y otra interrogante: ¿Quién es? ¿Dónde halla
inspiración? ¿Cuál es el truco para encantar con palabras?
Prefacio
“Siempre digo
que soy de una tierra con nombre de apóstol y apellido de país, Santiago de
Cuba. De adolescente quise ser aviador, comentarista deportivo, cantante… todo a
la vez. Parecía imposible, hasta que descubrí que a través del periodismo
podría vivir muchas vidas. Así asumí la carrera en la Universidad de Oriente y
cinco años después el ejercicio de la profesión.
Guantánamo
“Por estos
días se ha vuelto una palabra recurrente. Millones de cubanos están atentos a la recuperación, tras los
daños del huracán Matthew; pero allá por 1991, cuando me tocó hacer el servicio
social en el periódico Venceremos, Guantánamo se me convirtió en un susto, un
reto y un desafío.
“Viví y
trabajé allí en medio del período especial más severo, cuando cuatro ruedas
eran una excentricidad; un bombillo encendido, una noticia, y una hamburguesa,
la bendición. Fue duro.
“Pero a la
vez encontré gente hermosa, que no paraba de trabajar, que a pesar de todo
mantenía el entusiasmo. Ese espíritu lo veo ahora mismo en medio de la
recuperación, y recuerdo inevitablemente el azote de Sandy y el libro La noche más larga”.
Tiempos
buenos, tiempos ¿malos?
“Después del
servicio social, todavía en medio del período especial, vino una etapa sin
empleo y tuve que vender aguacates, culantro, maní, ¡cómo vendía! No me
detuvieron los zapatos raídos, ni el sol inclemente cuando iba pregonando cucuruchos por las calles, y jamás
sentí vergüenza, porque uno no la siente cuando hace algo honrado. Las
enseñanzas están en todos lados.
“No han sido
los únicos momentos difíciles de mi vida. A veces uno tiene que pagar un precio
por defender aquello en lo que cree.
“Entré a
trabajar en el periódico Sierra Maestra
para atender la página cultural, ya sabes que cultura es una palabra inmensa en
Santiago de Cuba. Allí estuve cinco años que, por su intensidad, me parecieron
cinco siglos.
“Después pasé
a la radio, un medio que ya conocía de la Universidad, y ahí sigo, en radio
Siboney, una emisora pequeña que se especializa en música instrumental ligera y
temas culturales. Allí he encontrado un ambiente de colaboración, es mi oasis”.
Aquí, allá,
acullá
“Incursionar
en muchas cosas es una necesidad, tal vez nació de ese contacto permanente con
los artistas, el espíritu de creación suele ser contagioso.
“Tengo una
peña que se realiza los últimos viernes de cada mes. Se llama Página
abierta y proponemos abrir un libro
interactivo, con literatura, música, cine… Asumí la vicepresidencia de la Uneac
en la provincia, para la cual fui electo, y soy miembro de su consejo nacional.
Inspirado en la figura de su madre, el concurso Caridad Pineda In Memoriam
acuña al libro como algo más que páginas encuadernadas. Foto: Cortesía del
entrevistado
“Está
igualmente el concurso Caridad Pineda In Memoriam de promoción de la lectura,
un proyecto muy especial para mí, pues surgió en medio del dolor, de la desolación más profunda que es
la muerte de una madre.
“La mía fue
además mi maestra, me enseñó a leer, y en 2012, días después de perderla, se me
aparece en sueños y me pide que haga un concurso para las personas de la
tercera edad. Fue algo muy fuerte.
“Me desperté
con una alegría inmensa, organicé todo y desde esa fecha hasta hoy el concurso,
que lleva su nombre, ha crecido en participación de personas de todas las
edades y de varios países.
“Una lectura
marcó mi vida es el lema de este concurso que auspicia la Uneac en el
territorio, con el apoyo de otras instituciones. Demuestra cómo un libro puede ayudar, alegrar, salvar, reconfortar a
un niño, un adolescente, una persona privada de libertad; a alguien que sufre,
a un enfermo, a un anciano… lo mismo que a una persona común, curiosa,
saludable, feliz.
“Por suerte,
he tenido el apoyo de mis colegas, de personalidades y amigos, de gente de
estatura profesional y humana como Rodulfo Vaillant, Marta Rojas, Fernando
Rodríguez Sosa, Teresa Melo, Manuel Gómez Morales, María Dolores Ortiz, León
Estrada, Yunier Riquenes, Eric Caraballoso, Daysi Cué, Marta Mosquera, María
Elena Elías, Mirtha Clavería, Carlos Ramos, Víctor Hugo Leyva… No tengo como
agradecerles tanta generosidad”.
¿Literatura o
periodismo?
“Creo en los
puentes, no me van los muros. A veces de una entrevista me nace un poema, y en
ocasiones, de un poema tengo que ir a la entrevista.
Que otros
definan, yo escribo
“Soy
orgullosamente periodista y estoy convencido de que no se hace periodismo para
complacer a nadie. En esa materia no cabe la conveniencia, sino la pertinencia.
“Creo que a
nuestra prensa le faltan latidos, lo que no quiere decir que no existan
propuestas avezadas o colegas de altura, pero no es menos cierto que urge
contar más las historias cotidianas, acercarse a ellas desde el asombro y desde
la pasión.
“Tantas veces
se nos escapan los sueños, la voz, las apetencias, el día a día de este país. A
esa realidad habría que darle cauce, debería ser piedra de toque en nuestras
redacciones; aunque en ese sentido, la
radio está un paso por delante.
“En mi
opinión, la ética de un periodista cubano, desde el amor más irrestricto a su
país, radica en el acompañamiento de su gente en sus fulgores y sueños, al
mismo tiempo que en sus angustias y esperanzas. El periodismo es el arte de la opinión. Es eso,
o no es”.
¿Papel, éter,
o ciberespacio?
“Lo que hago
es contar, no importa si es en uno u otro soporte. Contar historias siempre
vale, contarlas bellamente, porque la belleza penetra. Gracias a la Internet es
posible llegar más lejos y lo experimento, por ejemplo en mis colaboraciones
para sitios como La Jiribilla, el Portal de la Radio, o en La isla y la espina
(http://laislaylaespina.blogspot.com/).
“Este último
es mi blog personal, apuesta por la cultura,
la diversidad y la inquietud del pensamiento, en el que trato de hacer realidad
las palabras que un día me dijera el documentalista Rolando González: ‘hay que
detenerse donde otros pasan’.
“Cada golpe
de tecla lleva la misma pasión, no importa si es para un libro, la radio, una
nota discográfica, una crítica…”.
Epílogo
“A mis 48
años, miro más lo que viene que el camino andado. Lo mejor de cada premio
obtenido no es su carácter local,
nacional o internacional, o la
recompensa que conlleva; sino poder compartir esa alegría con los demás. Cada
convocatoria, cada proyecto en los que
se me pide ayuda me reconforta. Cada idea es un aguijón.
“¿Mañana?
Nadie puede saber lo que pasará. El vuelo no se puede truncar, las alas han de
estar listas; aunque a la ciudad con nombre de apóstol y apellido de país me
unen muchas cosas. ¿Santiago? Puede
parecer en ocasiones una ciudad ríspida, pero es capaz de darte unos abrazos
que no olvidas. ¿Cuba? Palabra sagrada, como lo es madre. Es, sobre todo, un
sentido que va contigo a cualquier parte, que escuece dentro siempre.
“Soy
aferrado. Siempre me salvan las pequeñas cosas.
Más que nada material, me complace, me maravilla, saber que lo que escribo pueda de algún modo
conmover hasta provocar el llanto o la
risa, que ha logrado desenredar entuertos, que ha dado aliento a la gente que
está ahí, sacrificándose y tomando
impulso para seguir el camino”.
Versión
original en Trabajadores: Reinaldo
Cedeño Pineda: “Siempre me salvan las pequeñas cosas”
Reinaldo
Cedeño Pineda (Santiago de Cuba,
1968) es Licenciado en Periodismo por la Universidad de Oriente y Master en
Comunicación Social. Fue redactor jefe
de la página cultural del periódico Sierra Maestra y director de Ediciones Caserón. Entre otros muchos desempeños
dirige el muy visitado blog La isla
y la espina. Uno de sus reconocimientos como poeta fue en el 2014 el primer
premio en el XVI
concurso nacional Regino Pedroso. También cultiva la poesía en décimas y de
ello dan fe, en nuestros archivos, sus textos Agua de una piedra rota y Rumbo
a su vuelo infinito. Es colaborador frecuente de nuestro sitio. Gracias
a su fraterna gentileza, compartimos este poema suyo en una décima:
SE BAÑA DE
LUZ Y CRECE
A
José Orpí
Frente al
espejo
el poeta
toma de Frida
el pincel
su cruz
su espada
su miel
la noche como
planeta
trazando va
la silueta
a las
palabras
perece
el reloj de
Wilde se mece
nada como antiguo
pez
en aguas de
su niñez
se baña de
luz
y
crece.
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