viernes, 31 de enero de 2020

De Alexis Díaz-Pimienta al Premio Casa


Envió un mensaje aderezado con décimas

El premio literario Casa de las Américas, uno de los más antiguos de América, dio a conocer los resultados de su edición del 2020, donde además se presentaron los títulos laureados en el 2019

 El poeta Alex Díaz Hernández, a la izquierda, en la presentación de los títulos ganadores del Premio Casa 2019.

Entre esos títulos estuvo Piel de noche, de Alexis Díaz-Pimienta, que mereció entonces el cetro en la categoría de Literatura Infantil y Juvenil. Impedido de estar presente, el autor estuvo representado en la presentación por su hijo, el joven y talentoso poeta Alex Díaz Hernández, y trasmitió el siguiente mensaje:

“Y estas fueron las décimas que envié y él leyó en mi nombre. Gracias, hijo. Y gracias otra vez al jurado del Premio Casa, y al público asistente por la buena acogida al libro y a las décimas”.



DÉCIMAS PARA LA PRESENTACIÓN DEL PREMIO CASA 2019

Hoy , 29 de enero,
en Casa de las Américas,
sede de empresas quiméricas
para un continente entero;
hoy, casi entrando en febrero,
en un rincón del Vedado,
el público y el jurado
del premio Casa se juntan
y ya juntos se preguntan
si los libros han llegado.

¡Pue sí! Ya están en La Habana
todos los libros premiados,
editados, publicados
por esta Casa cubana.
El Fondo de Casa gana
seis títulos diferentes,
los libros sobresalientes
en el concurso anterior
seis libros de alto valor
que hoy llegan a los presentes.

Ya tiene impreso soporte
un libro espectacular:
“Yaraví para cantar
bajo los cielos del norte”.
Literario pasaporte
de Rodinás, luz esférica,
otra mirada hemisférica,
otro libro que ilumina:
biografía clandestina
de un Banksky de Sudamérica.

Y en “Nuestro viaje a la luna”
Reynaldo Funes Monzote,
hijo de palma y mogote,
de capitalina cuna,
nos contará –qué fortuna–,
(con amplia bibliografía
que hasta ahora no se sabía)
cómo la naturaleza
de Cuba a cambiar empieza
durante la Guerra Fría.

Y “Estudios sobre latinos
en suelo estadounidense”
da un título con suspense,
da un título con caminos
nuevos, trenzando destinos
que el tiempo entremezcla y suma.
“Lo que el indio da”. En la bruma
tendrán luces doctorales
las geografías raciales
entre México y “la Yuma”.

"Lo que el indio da" es buen título.
"Lo que el Indio da" es historia.
"Lo que el indio da" es memoria.
"Lo que el indio da" es capítulo
nuevo, con largo subtítulo
para un mestizo destino.
Un trabajo tan genuino,
una historia tan genuina
que hasta María Josefina
Saldaña-Portillo vino.

Y está "La marca del viento",
novela del argentino
Eduardo Fernando, un fino
narrador, con un sustento
irónico para un cuento
lírico que cuenta el viaje
iniciático y salvaje
de Parker, el camionero.
Un hallazgo verdadero.
Una fiesta del lenguaje.

Una novela de viajes,
de leyendas y aventuras,
de amor y fuga, locuras
en diferentes leguajes.
Un saxo. Un camión. Paisajes
de aventurera rutina.
Y el lector ya se imagina
esta novelesca empresa,
road movie que atraviesa
la Patagonia argentina.

Y desde Brasil nos llega,
hoy, "Por Encima del Mar",
otra obra espectacular,
singular, que glosa y juega
con un país que se niega
a sepultar sus raíces.
Negros tristes y felices
que dan a la luz sus huellas
porque Deborah Dornellas
lo cuenta en otros países.

Y por supuesto, mi libro.
Mi "Piel de Noche" infantil.
Infantil y juvenil
y adulto, porque equilibro
en él versos conque vibro
sobre el problema racial.
Un mal que nos sienta mal
a todas las sociedades
y a diferentes edades
como una plaga social.

"Piel de Noche" es alegato
para que desde la infancia
se termine la distancia
de lo negro a lo mulato
a lo blanco. Ese insensato
baremo étnico, racial.
"Piel de Noche" es, al final,
la voz de todos nosotros.
Un niño que es él y es otros.
Tan distinto que es igual.

Gracias doy a mi jurado
(Picayo, Elena, Olga Marta).
A ellos también va esta carta
en versos que he improvisado.
Juro que estoy “obstinado”,
triste de cierta manera.
Nadie sabe cuánto diera
por estar en el salón.
Pero el precio del avión
no cabe en la billetera.

No sé si estarán Picayo
y Elena Dresser allí.
Pero está Olga Marta, sí,
junto a Caridad Tamayo.
Y Fornet, el del ensayo
y la sonrisa en derroche.
¡Ay, si yo tuviera un coche
con alas me montaría
y en Casa aterrizaría
para leer "Piel de Noche"!

¡Pero vaya lejanía!
Estoy en otra ciudad
y el don de la ubicuidad
no lo tengo todavía.
Y acabo con cita mía
(de vigencia extraordinaria):
“Encomienda necesaria
para la Cuba futura:
Incluir la asignatura
"Raza Martiana" en primaria.

Alexis Díaz-Pimienta
Córdoba, 29 de enero de 2020

De los numerosos lauros merecidos por Alexis Díaz-Pimienta (La Habana, 1966) en la variante de la décima escrita, el Premio Iberoamericano Cucalambé 2003, por Confesiones de una mano zurda, es solamente un botón de muestra. De ese libro hemos publicado, entre otros, los poemas Declaración pública, Mensaje urgente para mi hijo Axel, después de releer El Principito, Un pagaré para las azoteas y Cine perdido. También en nuestros archivos, pueden verse sus Décimas contra la guerra, sus estrofas improvisadas en el programa televisivo Con dos que se quieran y el encuentro de Alexis y Philip Pasmanick con el Grupo Ala Décima. Más recientemente su poema costumbrista Habana WiFi, de fino humor popular, y su texto Baracoa, mon amour, en solidaridad con el pueblo de esa ciudad oriental de Cuba, azotada por el huracán Matthew. Y en el 2018 y el 2019:


Una información más abarcadora de su quehacer puede encontrarse en el sitio web de Alexis Díaz-Pimienta, en su blog Cuarto de Mala Música y en el blog de su Proyecto Oralitura.







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