miércoles, 14 de agosto de 2019

Antonio Borrego, Beca Gilberto Rodríguez


Su proyecto de libro Figuras viscerales

Tomado de Periódico 26

Las Tunas.- Aquel tunero que nos ha regalado poemas necesarios como Discurso de un hombre solo sigue impactando con sus versos de pasión y desgarramientos humanos. Aunque el amor, leitmotiv en su obra, no aparece en el proyecto de libro Figuras viscerales, no por ello dejó de cautivar al jurado que lo premió hace unos meses con la beca de creación Gilberto E. Rodríguez. Sobre ese regalo literario Tony Borrego, poeta hasta la médula, compartió con 26 Digital...

"El libro trata sobre el interior del hombre. Trato sentimientos ambiguos y muy duros como el dolor, la pérdida y la fugacidad del tiempo. Me propuse que fuera diferente a mis otros textos, que se pareciera más a mi presente, a cómo pienso hoy. Sintetiza estos últimos años que he vivido.

"No es que haya una ruptura de los cánones de mi obra, más bien es el aliento del texto el que cambia porque se hace quizás más catártico y dramático. Es una introspección lírica que canta a la soledad de la existencia humana, a los sentimientos más oscuros y a la relación hombre-Dios-creación-naturaleza".

Este poeta además es narrador, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y licenciado en Dirección de Cine, Radio y Televisión. Tiene publicado los cuadernos Doy gracias a Dios de ser ateo, Terrenal, Diapositivas, Juegos lunares, Juanillo, Ovejas y demonios (reconocido por el Proyecto Editorial Nacional La puerta de papel, en el 2008), y Los días de Dios.

Quiso la suerte que estuviera escalando una montaña en otra provincia cubana en el momento preciso en que en su tierra daban a conocer el resultado del ganador de la beca de creación Gilberto E. Rodríguez. En ese entonces participaba en el Festival Al sur está la poesía, de Pilón, cuando recibió la noticia.

"Me sorprendió mucho ese resultado porque desde el año 2002 no me presentaba. En esa ocasión gané con los libros Los colores de Indira (poesía para niños, aún inédito) y Juanillo (cuentos para niños).

Quien se considera un ferviente admirador de obra de César Vallejo y defensor de la lengua española a capa y espada, obsequia en su actual proyecto versos que conmueven al estilo de "...Me quedan los dos pies de caminar descalzo/ los muladares de la infancia deshilada/ y el provechoso tiempo donde tuve/ una mujer que imaginara eterna,/ pero la dicha es un emblema, un artilugio/ al que arrojamos las anclas que perdimos...".

Sobre la estructura poética del texto argumenta: "Consta de tres partes. La primera en versos libres, la segunda en sonetos y la última la conforma un poema largo (Titulado Biografía del clown), escrito en versos blancos."

Para quien hoy se desempeña como especialista en promoción de la filial provincial de la Uneac, constituyen referentes los cubanos Eliseo Diego, Rafael Alcides Pérez y Dulce María Loynaz, además de poetas españoles, norteamericanos, ingleses y franceses. Dice que le hubiera gustado escribir la Biblia y si fuera un poema sería El último día de una casa, de la Loynaz.

"Mi primera prioridad es terminar el libro y seguir escribiendo. Estoy arreglando una novela llamada El hombre malo, eso lleva tiempo", afirmó Borrego, también fundador de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en el territorio.

Desde 1984, en que encontró en el hotel Tunas a su tocayo Antonio Gutiérrez (escritor tunero) y le enseñó unos poemas, no dejaría de crear. "Le agradezco mucho. Mis primeros pasos en la literatura los di en el taller literario Cucalambé, que él atendía gratuitamente. También le agradezco a Hermeides Pompa".

Hablamos con un rapsoda verdadero, de los que sienten las fibras del mundo y los latidos del aire, de los que no andan con altiveces y se entregan a esa filosofía de vida que es embriaguez y catalepsia al unísono. Por eso afirmó sobre el cuaderno Figuras viscerales, que no debe rebasar las 70 cuartillas:

"No pretendo ser optimista a destiempo, sino el poeta que plantea una realidad dolorosa, entrevista por los resortes de una poesía intimista, confesional, que ha de servirle al lector como espejo irreverente y múltiple donde probarse cada antifaz cotidiano. Mi cuerpo ha de alumbrar en un recodo".

Versión original en Periódico 26:



El poeta Antonio Borrego Aguilera (Las Tunas, 1962) es uno de los adelantados del proceso de revitalización de la poesía en décimas con su poemario Terrenal (Primera mención concurso nacional Cucalambé 1992; Editorial Sanlope,1993). En nuestro sitio hemos publicado sus poemas Paráfrasis sobre la que danza una bailarina, Glosa, La playa donde amaneces y De mis abuelos a Naborí. De ese último poema es esta estrofa:

Todas las frutas son soles
si las tocas cuando cantas,
quizás hipérbole o tantas
formas de rumiar bemoles.
Sonatas de caracoles
saben de tu primavera
y aquel padre sin manera
de decir lo que dijiste
se alimenta del alpiste
que nace en la enredadera.





DE LO PUBLICADO SOBRE ESTA PROVINCIA EN LA PRIMERA MITAD DEL 2019 Y EN AÑOS ANTERIORES:








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