Sin descuidar las medidas
Desde Mayarí, en la provincia de Holguín, que se encuentra en una de las
fases de recuperación de la pandemia
COVID-19, reporta mediante su
página de Facebook el poeta Modesto
Caballero, vicepresidente
del
Grupo Ala Décima
El poeta y narrador Modesto
Caballero Ramos durante la conducción de la Peña
El valle, el río y la montaña correspondiente a septiembre. El espacio se
reanudó el pasado mes de agosto. Fotos: cortesía del autor.
“Nuevamente hoy jueves 10 de septiembre tuve el placer de compartir con
los abuelos y abuelas de la Casa del Adulto Mayor de Mayarí, la peña de Cultura
Comunitaria que dirijo, El valle, el río y la montaña, está vez como invitado
el poeta mayaricero Tomás García. Como siempre, percibí el entusiasmo y
agradecimiento de este agradecido auditorio.
“Tomás leyó textos de su autoría dedicados a Fidel, a la Federación de
Mujeres Cubanas, la pandemia y al aniversario 52 de Radio Mayarí. Por mi parte
leí un fragmento de mi novela inédita "En Mayarí las noches son
diferentes", título provisional, quizás definitivo, cuya trama se
desarrolla precisamente en Mayarí. Finalmente leí algunos textos poéticos,
entre ellos poemas del cuaderno de poesía de amor “Canto a la golondrina”.
El encuentro no descuidó las medidas de protección contra el
Coronavirus.
“Varios abuelos y abuelas hicieron intervenciones. Hablaron de su amor
por nuestro Mayarí y uno dijo un poema en décimas donde expresa su amor por la
tierra que lo vio nacer. Fue una de esas mañanas que alimenta el alma y dan
ganas de seguir empujando, contra viento y marea, esta hermosa obra, humana y
solidaria, por la que vale la pena dejarlo todo en el camino. Sin descuidar las
medidas de protección contra el Coronavirus, el encuentro fue nutrido y
entusiasta. Las fotos así lo demuestran”.
ANTERIOR DE ESTA PEÑA:
Del poemario Piedra de escándalo, de Modesto
Caballero, es este poema en una estrofa:
LOS PASOS DEL SILENCIO
Cruza la noche en silencio
calzando zapatos claros
van rumbo a los desamparos
de mis pies, los diferencio.
Vuelan las grullas, sentencio
que algún preludio retarde
al sol que en mis venas arde,
pero la noche no cura
mi cansancio. Sigue oscura
mi vocación de ser tarde.
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