domingo, 21 de julio de 2019

Cuando Da igual no da igual


Una tertulia de estirpe juvenil

Bajo un rótulo que engañosamente pudiera sugerir indiferencia, se encamina a su primer año, que cumplirá en septiembre, la tertulia Da igual, el tercer jueves de cada mes, a las 4 de la tarde

 Parte del público que colmó la Sala. Fotos tomadas de las páginas Facebook de Giselle Lucía Navarro, Charly Salgado y Rossana Oliva.

La cita es acogida por la Sala Federico García Lorca del Centro Dulce María Loynaz (Calle 19 número 502, esquina a E, en el Vedado capitalino) y el guiño cómplice del título lo sustentan de este modo sus jóvenes anfitriones: “Da igual la poesía, la música o el color que les pongas a las tardes de verano, la creación tiene ese sortilegio de propiciar reencuentros”. Y es que se trata de un encuentro interdisciplinario donde los versos, los acordes y la plástica se interrelacionan entre sí, abiertos a dialogar con cualesquiera formas del quehacer artístico y literario.

 Los conductores y sus invitados del mes de julio. De izquierda a derecha los anfitriones Giselle Lucía Navarro y Charly Salgado; la artista de la plástica Rossana Oliva; el poeta Roly Ávalos, el trovador Silvio Alejandro, el artista visual e ilustrador Dayron Gallardo Bernazar y el poeta Boris Montalvo.

La tertulia Da igual fue fundada en el 2018 por el poeta Edel Morales y el trovador Charly Salgado. Desde mayo de este año el primero encargó la parte que le correspondía en la conducción a las manos de la novel escritora Giselle Lucía Navarro, justamente coincidiendo en el tiempo con numerosos reconocimientos a sus empeños literarios, a los que acaba de sumar una nueva acción comunitaria, que describe de este modo en su página de Facebook: “En el Centro Comunitario de Salud Mental de Playa comenzó a desarrollarse este viernes el encuentro mensual La Alegría de Vivir, en el cual los pacientes, como parte de su tratamiento, se vinculan de forma activa a la literatura, las artes plásticas y otras manifestaciones del arte”.

En este período bajo la batuta de Giselle, por la tertulia Da igual han pasado creadores de valía, entre ellos tres miembros del Grupo Ala Décima, los poetas Karel Leyva, Elizabeth Reinosa y Roly Ávalos, este último también codirector del Proyecto RolleX. En el encuentro de julio, además de Roly, estuvieron la ya asidua pintora Rossana Oliva; el trovador Silvio Alejandro, el artista visual e ilustrador Dayron Gallardo Bernazar y el poeta Boris Montalvo.


 Giselle durante su labor de conductora.

 Giselle “entrevistó” a Roly Ávalos.

 Roly Ávalos durante la lectura de sus textos.

De la repercusión del clima logrado por esta cita ha dado testimonio la reconocida artista de la plástica Rossana Oliva, fiel colaboradora y sistemática asistente de Da igual, quien se inspiró en la atmósfera del más reciente encuentro de la tertulia, y escribió en su Facebook:

“Según el Génesis bíblico en el principio era el verbo y el verbo era Dios, por tanto la palabra es poderosa y aún en boca de los mortales contiene los atributos de la divinidad. La palabra es el todo, el ladrillo fundamental con que se construye el universo. Puede ser oficialista, coloquial y hasta soez, pero también verso, magia, música, canción, imagen cuando se deconstruye a través del prisma sublime del arte para fermentar en las almas sensibles. Y es ahí donde adquiere su verdadero y más exquisito poder. Y algunos de esos seres hemos adquirido cierta adicción a este espacio, bajo los auspicios del Centro Cultural Dulce María Loynaz y la conducción de Charly Salgado y Giselle Lucía Navarro, anfitriones que nos conducen hacia un mundo de luz donde la palabra es la protagonista de los versos de Roly Ávalos Díaz (RolleX), poeta, editor, corrector del periódico Trabajadores, narrador, integrante del Grupo Ala Décima, quien comparte poemas de sus libros Mundo Pañuelo, Boca de lobo y El mar es el bar de un par. A través de su carisma y su talento innato para la rima nos habla del neorrepentismo, término acuñado por Alexis Díaz Pimienta para referirse a un género poético que pretende reinterpretar la décima y expandirla hacia sonoridades urbanas inverosímiles como el hip hop o la percusión para alcanzar un público más joven y heterogéneo. La palabra, inagotable, tremola desde los versos de Boris Montalvo Rencurell y la propia Giselle Lucia Navarro y se convierte en música, acompañada por los acordes de la guitarra de Charly Salgado y Silvio Alejandro Rodríguez, quienes se sumaron a la magia. Se vuelve inspiración, surrealismo, imagen onírica, ilustración, forma espiritual, transparencia sutil, en el soporte de la tela de Dayron Gallardo donde devuelve la poesía que la suscita. Y aún más, nos fecunda a todos, los que volvemos a casa con la poesía a flor de piel, esperando que se repita la magia inigualable que nos reúne en este espacio”.







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