martes, 15 de enero de 2019

Giselle en la Peña de Diego Ulloa


Una reciente Pipa de la Paz

La peña La pipa de la paz, del joven trovador y poeta Diego Ulloa cumple tres años de encuentros semanales, cada viernes a las 2 pm en el complejo cultural En guayabera, de Alamar, La Habana del Este

 Diego y Giselle en un intercambio, durante la Peña La pipa de la paz. Foto tomada del Facebook de Diego Ulloa.

Una de sus más recientes ediciones constituyó una cita muy especial, que Diego reseñó para nuestro sitio del siguiente modo:

La Pipa de la Paz se engalanó con la presencia de tres magníficos invitados especiales, los cuales hicieron de dicho espacio un magnífico encuentro entre música, poesía y deleitables vibraciones muy espirituales y de magnitud extrasensorial. Se trató nada más y nada menos que de Tobías Alfonso, Giselle Lucía y el magnífico Atemporal Dúo (Noslen Porrúa y Jessica Zequeira). Estos últimos (no menos importantes) son dos integrantes del Atemporal Trío de Noslen, Jessica y Carlos Fidel, extraordinario trovador matancero.

El Atemporal Dúo fue presentado por el anfitrión Diego Ulloa y su colaborador Marcelo Rodríguez con dos canciones de propia autoría: "Vamos a ver" de Diego Ulloa y "Fábula" de Marcelo Rodríguez; y como tercer tema de presentación, el inigualable "La Tarde" del recordado maestro Sindo Garay. Luego de que Atemporal Dúo hiciera su hermosa participación con tres canciones de su repertorio y propia autoría dieron paso con una versión magistral de "Oración del Remanso" (del afamado cantautor argentino Jorge Fandermole) a un momento poético con la bellísima y deslumbrantemente talentosa Giselle Lucía, quien fue breve y amenamente entrevistada ante el público que amó y ovacionó de manera efervescente cada texto poético que ella compartía y su conversación acerca de cómo llegó a la poesía y los lauros que ha obtenido (cosa que le apenaba mucho comentar), pues si bien los premios no definen a un buen artista, en su caso los tiene toditos muy bien merecidos!

Hasta hubo reto: Giselle leyó uno de sus textos, dedicado a La Habana mientras Diego Ulloa y Tobías Alfonso interpretaban a piano y guitarra la hermosa canción "Habáname" del cantautor cubano Carlos Varela. ¡Fue un momento único y de brillantes emisiones!

Cerrando la primera hora de actividad, Tobías Alfonso, quien ostenta sin un ápice de vanaglorias, no sólo el apellido, sino también (y superando) el talento de su padre Gerardo Alfonso, reconocido trovador cubano y autor de canciones tan emblemáticas como "Sábanas blancas" y "Son los sueños todavía". Este inquieto y magnífico joven trovador deleitó magistralmente a todos con su muy versátil performance cantando mientras se acompañaba a sí mismo con la guitarra y con el piano… todas, canciones de su propia autoría. Espléndido momento que levantara el ánimo de los jóvenes aficionados que se presentaron luego con 2 números cada uno, entre los poetas asiduos a La Pipa de cada viernes y los muchachos de la Casa de Cultura Eloísa Álvarez Guedes, de Alamar. Al cierre, Diego Ulloa cantó acompañado de su colaborador Marcelo Rodríguez la canción final: "El Sembrador" de Diego Ulloa (canción emblema de La Pipa de la Paz).

A continuación, a pedido del propio Diego Ulloa, uno de los poemas leídos en el encuentro por la poetisa Giselle Lucía Navarro. La obra obtuvo Mención en el Concurso Regino Pedroso 2012 y Primera Mención en el Concurso de Glosas Jesús Orta Ruiz 2011.


RESURRECCIÓN DEL GLADIADOR INOCENTE

Redondo sol encarnado
va cayendo al mar profundo
y parece un moribundo
gladiador ensangrentado.

Jesús Orta Ruiz


Fuego indócil que adultera
sobre Roma el mar febril,
Coliseo donde vil
otra bestia vocifera.
Han quemado la bandera
con espadas de pecado,
la furia decide el hado
entre volcanes de gloria.
La sangre escurre en la noria
redondo sol encarnado.

No hay condena en la vigilia
que alucine en su trofeo,
la noche seduce al reo,
doblega el yugo, concilia.
Entre profetas se exilia
al nirvana de otro mundo
por el desquite rotundo
que desata un laberinto.
El siervo muerde el instinto,
va cayendo al mar profundo.

Otro cuerpo en cautiverio
con enredo desahoga,
finge en la plebe, le boga
a su ritual improperio.
¿Quién desnuda en el imperio
la cruz, el himno fecundo?
El trance –cual nauseabundo
dictamen del derrotero–,
pronto embiste al prisionero
y parece un moribundo.

El pugilato es la herrumbre
de los culpables en pos,
azar rajado entre dos
convites de servidumbre.
Nadie divague en la cumbre
cuando la hoguera ha cuajado.
Soy el grito en desenfado,
complicidad que desmiente,
resucito al inocente
gladiador ensangrentado.


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